Pamela Romano. Bolivia, 1984.
razones del pelo largo y suelto
por lo demás
se rastrean migajas en la mesa después de la cena:
hubo
buen apetito y postre —y no es por nada y no es
suficiente: que te vayas prevenido te digo / esa señora
ha sacado de las mechas a su hija después del berrinche
el performance de la noche —grandioso— indicio del fin
en este local que cerrarán pronto / y yo no sé nada / no me importa
pagar esa fabulosa cuenta después de los cubiertos recogidos
a manera de señal (posiblemente
ahora los enjuagan y no hay mayor problema: cita apenas —el que refriega
a Clarke: spoon and fork):
es que afuera no hay nadie
que pague ni siquiera por un dulce / y saber que después de todo
tuvo algo lo nuestro en el rincón de esta mesa: escribir como si se jalara
hasta dar con la calvicie cuando se es la madre y la hija (mal parida)
a la vez
muy mal parida
a carbón o a pluma o a tiza se es a la vez —pataleando: interesante
espectáculo que siempre resulta eficaz para salir airosos
digamos satisfechos —escribiendo o ese berrinche— sin pagar ni un centavo:
aquel proverbio tropical muy sabio que decía (música de fondo): si del cielo
caen limones _______________ aprende a hacer limonada
un regalo pérfido que no deja de ser —añado discretamente a tu oreja
agrio
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