María Cristina Ramos. Mendoza, 1952.
LA SOPA
Un ajo y una cebolla
y un caldo de anochecer,
que alcancen para la sopa
que nos vamos a beber.
Y una papa en cuatro partes,
un puerro cortado en tres
y un cucharón que remueva
lo que hay que remover,
el frío que trajo el día
cuando estaba por caer
al costado de la nube
que pusimos de mantel,
donde la sopa ya tiene
lo que tiene que tener,
un ajo y una cebolla
y una hojita de laurel.
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