jueves, 28 de diciembre de 2023

Poema 515. Informe de la situación.

Víctor Heredia. Buenos Aires, 1947.


Informe de la situación


Paso a detallar a continuación

el sucinto informe que usted demandó;

duele a mi persona tener que expresar

que aquí no ha quedado casi nada en pie.

Mas no desespere, le quiero aclarar

que -aunque el daño es grave- bien pudiera ser

que podamos salvar

todo el trigo joven

si actuamos con fe

y celeridad.

Parece ser que el temporal

trajo también la calamidad

de cierto tipo de langosta,

que come en grande y a nuestra costa

y de punta a punta del país

se han deglutido todo el maíz.

A los manzanos se los ve

cayendo antes de florecer,

se agusanaron los tomates,

y a las verduras, por más que trate,

ya no hay manera de hacerles bien...

ya no sé qué hacer

ni tengo con quién.

La gente duda en empezar

la tarea dura de cosechar,

lo poco que queda se va a perder

si, como le dije, no ponemos fe

y celeridad.

Y entre los males y los desmanes

hay cierta gente que -ya se sabe-,

saca provecho de la ocasión;

comprando a uno lo que vale dos

y haciendo abuso de autoridad

se llevan hasta la integridad.

Suscribo nombre y apellido

y ruego a usted tome partido

para intentar una solución,

que bien podría ser la unión

de los que aún estamos vivos

para torcer nuestro destino...

Saluda a Ud. un servidor.

Poema 514. Non sancta.

Alejandra Pérez Tujague. Bs. AS. 1973.


NON SANCTA


Sobre mi cama colgaba el cuadro

del Sagrado Corazón de Jesús

algunas noches cuando me iba a dormir

miraba los ojos de ese hombre

con el corazón entre las manos


la misa la hostia los pecados

eso no podía ser la vida


una noche en la cena dije:

Jesús era comunista

y nadie pronunció palabra


encontré el cuadro tirado en un rincón

con otros objetos en una bolsa

ahora mi habitación ya no existe

reformaron la casa


cuando muera

quiero ser gusano

respirar la tierra

reptar como la serpiente

que no me visiten las vírgenes ni los santos


a veces sueño

que un hombre de ojos buenos me ofrece

su corazón en la cama


la manzana

ya fue mordida por los perros.

Poema 513. Octubre.

Louise Glück. Estados Unidos, 1943-2023.


Octubre


Es cierto que falta belleza en el mundo.

Es cierto también que no soy la indicada para restituirla.

Tampoco hay candor, pero ahí puedo ser útil.

Estoy

trabajando, aunque me calle.

La insulsa

miseria del mundo

nos atenaza, un callejón

con hilos de árboles; somos

compañeros aquí, sin hablar,

cada uno con sus pensamientos

tras los árboles, las puertas

de hierro de las casas,

las persianas cerradas

en cuartos de algún modo vacíos , abandonados

como si fuera el deber

del artista crear

esperanza, pero ¿a partir de qué? ¿de qué?

La palabra misma

es falsa, un instrumento que refuta

la percepción. En el cruce

los adornos luminosos de las fiestas.

Fui joven aquí. Subía

al metro con mi libreta

como para protegerme

de este mismo mundo:

no estás sola

decía el poema en el túnel oscuro.

sábado, 23 de diciembre de 2023

Poema 512. Atenta.

Mary Oliver. EEUU 1935-2019.


Atenta


Cada día

veo o escucho algo

que más o menos


me mata de alegría

me deja como una aguja


en un pajar de luz.

Para esto nací –

para ver, para escuchar.


Para perderme

en este suave mundo –

Para instruirme

una y otra vez


en la alegría

en la alabanza.

Y no hablo de lo excepcional


lo atemorizante, lo terrible

lo muy extravagante –


sino de lo ordinario,

lo común, lo aburrido.


Los sucesos de cada día.

Ay, buena académica,

me digo a mí misma.

¿Cómo no volverte sabia


con enseñanzas como estas?

Poema 511. Oración a la Justicia.

María Elena Walsh. Buenos Aires, 1930-2011.


Oración a la Justicia


Señora de ojos vendados 

que estás en los tribunales 

sin ver a los abogados, 

baja de tus pedestales. 

Quítate la venda y mira 

Cuánta mentira. 


Actualiza la balanza 

y arremete con la espada 

que sin tus buenos oficios 

no somos nada. 


Lávanos de sangre y tinta 

resucita al inocente 

y haz que los muertos entierren 

el expediente. 


Espanta a las aves negras 

y aniquila a los gusanos 

y que a tus plantas los hombres 

se den la mano. 


Ilumina al juez dormido, 

apacigua toda guerra 

y hazte reina para siempre 

de nuestra tierra. 


Señora de ojos vendados, 

con la espada y la balanza 

a los justos humillados 

no les robes la esperanza. 

Dales la razón y llora 

porque ya es hora.

Poema 510. Este es el único poema...

Leonard Cohen. Canadá, 1934- EEUU, 2016.


Este es el único poema

que soy capaz de leer.

Y sólo yo

puedo escribirlo.

Otra gente parece creer

que el pasado puede guiarles.

Mi propia música no está solamente desnuda.

Está abierta de piernas.

Es como una mujer.

Y como una mujer

tiene que ser orgullosa.

Yo no me maté

cuando las cosas me fueron mal.

No me dediqué

ni a las drogas ni a la enseñanza.

Intenté dormir,

pero cuando vi que no podía dormir

aprendí a escribir,

aprendí a escribir

cosas que pudieran ser leídas

en noches como ésta

por gente como yo.

Poema 509. Carta revolucionaria #73.

Diane Di Prima. Estados Unidos 1934-2020.


CARTA REVOLUCIONARIA #73

(Poema onírico sobre Reagan & Co)


Cuando seamos unos pobres de mierda

y no tengamos nuestras montañas como refugio,

cuando nos conquisten

y no podamos ir a nuestros bosques en busca de consuelo,

cuando estemos hambrientos

y nuestros valles ya no nos sustenten,

entonces veremos a estos hombres

como lo que en verdad son.

martes, 19 de diciembre de 2023

Poema 508. Ayer en Madryn llovió a cántaros...

Lucho Carranza. Puerto Madryn,  1975.


ayer en madryn llovió a cántaros 


desbordaron los canales de la mente y nos ahogamos

ante la naturaleza desatada


la ola incontenible nos recuerda

la finitud de nuestros pasos


la ciudad se llenó de agua

un agua tan preciada y necesaria en estos días

donde sabemos 

del dolor 

la 

bronca. 


los autos parecían peces titilantes  

las personas un refucilo 

latente 


la lente de la cámara tomo una imagen antes de que la ira del agua

arrasara con todo 


en ella 

hay una ola 

la imagen de un cuadro 


una elipsis 


un telón entrecerrado

un parpadeo entre los que aman la vida

y saben que nada será igual

ya nada será igual


si dejamos que esto pase


ayer en madryn llovió a cantaros

por un momento

el cielo fue un mar 

de vida


la lluvia un lenguaje 

un decir 

estoy acá

lunes, 18 de diciembre de 2023

Poema 507. Régimen.

Roberto Santoro. Buenos Aires, 1939-Desaparecido en 1977.


Régimen


frente a su pueblo hambriento

el poeta no debe comerse las palabras.

Poema 506. Los ciervos machos...

Andrea Testarmata. Bahía Blanca,1982.


Los ciervos machos

son bastante cobardes 

ante el peligro 

huyen por su cuenta

mientras las hembras 

se disgregan ordenadamente:

el matriarcado animal 

siempre se organiza.

Poema 505. Mensaje.

Jimena Arnolfi. Buenos Aires, 1986.


Mensaje


Después del vendaval,

veo los pájaros caídos,

pequeños cuerpos estrellados

sobre la tierra mojada.

Repito como un mantra

las palabras de mi padre:

Hay que lucharla, pichón.

Poema 504. 2.

Enrique Lihn. Chile, 1929-1988.


2


Virgen, sería falso si no te lo dijera:

un corazón se come o se rechaza,

no es ni un jarrón con flores ni un poema.

Cerca estuviste, cerca de alcanzarme

pero te faltó el cuerpo.

Mi corazón no puedo dejarlo en tu cajita

junto con los aretes y las fotografías.

Ya te regalarán uno mejor.

Poema 503. Cómo hacer un barco.

Julio José Leite. Ushuaia, 1957 - Río Grande, 2019.


Cómo hacer un barco


Arranque sus costillas

y esternón,

construya las cuadernas,

ponga su alma

de mascarón de proa,

extienda sus ganas

como velas,

gane el viento

que le deben

y llore, luche, ame,

mate, llore, luche,

hasta hacer el mar.

Poema 502. Clave equivocada.

Cristina Peri Rossi. Uruguay, 1941.


CLAVE EQUIVOCADA


te amé, es verdad,

pero siempre tuve la sensación

de hacerlo en clave equivocada

como quien ejecuta una sonata en re sostenido mayor

cuando es en sí bemol

siempre me fallaron los bemoles contigo

te amé, es verdad,

pero siempre tuve la sensación

de equivocarme de sonata, de clave y de instrumento

quizás era otra partitura

otro instrumento

otra sonata

y mientras te decía te quiero

me preguntaba qué querría decir para ti eso

No es una crítica ni mucho menos

no es una desmitificación

estoy convencida de que tu teclado era más real que el mío

y que tú estabas hecha para la felicidad mejor que yo

no sufrías como yo de melancolía

no padecías nostalgias

estabas adaptada a la realidad

como las supervivientes

la superviviente de una catástrofe

la catástrofe de haber nacido

que yo nunca conseguí superar

De modo que todo lo que para ti era sencillo

para mí era complejo

por primera vez amé la sencillez

esa a la que yo no tenía acceso

de ahí me sentimiento de inferioridad

no estoy bien adaptada para vida

lo cual sin duda me convierte en escritora

pero en un peso plomo para ti.

Poema 501. Ánimo che.

Laura Yasán. Buenos Aires, 1960-2021.


ánimo che


podría ser peor

me digo

en un marcado despliegue de optimismo


podría estar perdida en fuerte apache

vender zapatos en un centro comercial

prender un cigarrillo en un tanque de nafta

Poema 500. Improvisados.

Fabián Casas. Buenos Aires,    1965.


Improvisados


Estamos abrazados en una cama improvisada en el piso.

Tus ojos están cerrados; pero no sé si dormís.

Este es tu cuarto de soltera,

un lugar agradable, neutral.

Por la ventana suben los ruidos

de un día que empieza a moverse.

La ropa permanece arrugada, a un costado

ignorando la farsa de dar y recibir.

Poema 499. Mejor tarde que nunca...

Mark Strand. Estados Unidos,  1934-2014.


Mejor tarde que nunca:

la llegada del amor, la llegada de la luz.

Te despertás y hay velas ya encendidas,

se conflagran los astros, los sueños se derraman en tu almohada

y emiten cálidos aromas de aire.

Mejor tarde que nunca, cada hueso del cuerpo resplandece

y el polvo de mañana destella en el aliento.

 

Trad. Zaidenwerg.

Poema 498. La llave maestra.

Silvina Ocampo. Buenos Aires, 1903-1993.


La llave maestra


La luz de su cuarto me habla de él cuando no está,

me acompaña cuando tengo miedo,

y siempre tengo miedo porque soy valiente;

oye su paso sobre los mosaicos de la entrada

va a su encuentro cuando abre la puerta lentamente

cuando lo espero, y siempre lo espero;

lo mismo es para la luz eléctrica que para la luz del sol,

lo mismo para el sol que la luna o la estrella.

Un tapiz forma la luz complicada

es la vida y siempre la vida.

Si me quedara ciega la vería con mis patas

o tal vez con mi frente cuando llega.

El tapiz no lo forma la luz sino su llegada, el sonido

que cambia de oscuro en claro.

El tablero de la luz tiene varias llaves

pero una gobierna el resto:

se llama la llave maestra.

Del mismo modo el tablero de mi luz

tiene una sola llave que gobierna las otras

la llave que está en sus manos.

Apagaría todas las luces si quisiera

pero yo cierro los ojos para no ver

la oscuridad que podría ser luz

para no herirlo.

Poema 497. Cansancio.

Oliverio Girondo. Buenos Aires, 1891-1967.


Cansancio


Y de los replanteos

y recontradicciones

y reconsentimientos sin o con sentimiento cansado

y de los repropósitos

y de los reademanes y rediálogos idénticamente bostezables

y del revés y del derecho

y de las vueltas y revueltas y las marañas y recámaras y remembranzas y remembranas de pegajosísimos labios

y de lo insípido y lo sípido de lo remucho y lo repoco y lo remenos

recansado de los recodos y repliegues y recovecos y refrotes de lo remanoseado y relamido hasta en sus más recónditos reductos

repletamente cansado de tanto retanteo y remasaje

y treta terca en tetas

y recomienzo erecto

y reconcubitedio

y reconcubicórneo sin remedio

y tara vana en ansia de alta resonancia

y rato apenas nato ya árido tardo graso dromedario

y poro loco

y parco espasmo enano

y monstruo torvo sorbo del malogro y de lo pornodrástico

cansado hasta el estrabismo mismo de los huesos

de tanto error errante

y queja quena

y desatino tísico

y ufano urbano bípedo hidefalo

escombro caminante

por vicio y sino y tipo y líbido y oficio

recansadísimo

de tanta tanta estanca remetáfora de la náusea

y de la revirgísima inocencia

y de los instintitos perversitos

y de las ideítas reputitas

y de las ideonas reputonas

y de los reflujos y resacas de las resecas circunstancias

desde qué mares padres

y lunares mareas de resonancias huecas

y madres playas cálidas de hastío de alas calmas

sempiternísimamente archicansado

en todos los sentidos y contrasentidos de lo instintivo o sensitivo tibio

remeditativo o remetafísico y reartístico típico

y de los intimísimos remimos y recaricias de la lengua

y de sus regastados páramos vocablos y reconjugaciones y recópulas

y sus remuertas reglas y necrópolis de reputrefactas palabras

simplemente cansado del cansancio

del harto tenso extenso entrenamiento al engusanamiento

y al silencio

Poema 496. Haz un pozo en la nieve...

Valeria Pariso. Buenos Aires,  1970.


Haz un pozo en la nieve.

Con la punta del zapato, haz un pozo en la nieve.

Hunde con fuerza el pie.

Siente la forma en que la nieve cede

frente al peso firme de tu cuerpo.

Quita el zapato del pozo.

Sacúdete la nieve del pantalón frío.

Mira el pozo.

Mira la nieve que rodea el pozo.

Mira el pozo.

Algo de pasto vive en el fondo.

Mira el pozo.

Podrías poner ahí tu corazón,

dormirlo como un pájaro en un nido blanco.

dormir tu corazón en un nido blanco,

sobre todo el invierno.

Mira el pozo.

Mira toda la nieve que lo rodea.

Mira la nieve que rodea el pasto

que vive en el fondo del pozo.

Tu coraje se parece al pasto

y eso es bueno.

Tu ilusión se parece al pasto

y eso es alentador.

Tu corazón se parece al pasto.

¿Qué hace tu corazón verde

en un nido blanco?

Poema 495. S/T.

Isabel Cadenas Cañón. País Vasco, 1982.


S/T


en el octavo piso de la biblioteca

a mi lado

un hombre 

llora


en otro lugar mío

me giraría apenas

lo suficiente para susurrar

¿estás bien?


bajo este techo extraño

temo ser indiscreta

mirar de más

saltarme reglas


el hombre

Llora


yo

lo escucho


si esto no es el desarraigo

entonces qué.

Poema 494. Soy Teresa Wilms Mont...

Teresa Wilms Montt. Chile, 1893-1921.


Soy Teresa Wilms Montt

y aunque nací cien años antes que tú,

mi vida no fue tan distinta a la tuya.

Yo también tuve el privilegio de ser mujer.

Es difícil ser mujer en este mundo.

Tú lo sabes mejor que nadie.

Viví intensamente cada respiro y cada instante de mi vida.

Destilé mujer.

Trataron de reprimirme, pero no pudieron conmigo.

Cuando me dieron la espalda, yo di la cara.

Cuando me dejaron sola, di compañía.

Cuando quisieron matarme, di vida.

Cuando quisieron encerrarme, busqué libertad.

Cuando me amaban sin amor, yo di más amor.

Cuando trataron de callarme, grité.

Cuando me golpearon, contesté.

Fui crucificada, muerta y sepultada,

por mi familia y la sociedad.

Nací cien años antes que tú

sin embargo te veo igual a mí.

Soy Teresa Wilms Montt,

y no soy apta para señoritas.

sábado, 2 de diciembre de 2023

Poema 493. Yo me resisto.

Amelia Biagioni. Santa Fe, 1916-2000.


Yo me resisto


Yo me resisto

en la calle de los ahorcados

a acatar la orden

de ser tibia y cautelosa,

de asirme a la seguridad,

de acomodarme en la costumbre,

de usar reloj y placidez,

aventura a cuerda,

palabra pálida y mortal

y ojos con límites.

Yo me resisto,

entre las muelas del fracaso,

a cumplir la ley de cansarme,

de resignarme,

de sentarme en lo fofo del mundo

mortecina de una espada lánguida,

esperando el marasmo.

Yo me resisto,

acosada por silbatos atroces,

a la fatalidad

de encerrarme y perder la llave

o de arrojarme al pozo.

Con toda la médula

levanto, llevo, soy el miedo enorme,

y avanzo

sin causa, cantando entre ausentes.

Poema 492. La puerta.

FRANÇOISE GILOT. Francia, 1921- EEUU, 2023.


LA PUERTA


Las palabras dan a los días

una palidez de arena y de azul.

Las palabras, como las piedras,

ruedan en el torrente del habla

sin perder jamás sus colores.


Las palabras no se mueven

pero se desplazan deprisa

para revelarme aquello que no sabía.

El amor al pasar las hace florecer

y el silencio abre la puerta hacia la noche.

Poema 491. Pero, vamos.

Laura Devetach. Reconquista, 1936.


PERO, VAMOS


¿Cómo vamos a vencer al dolor

si no es con la alegría?

Qué alegría

dirás.

Y yo

pondré esa cara que envidio a tanta gente

y me diré

y te diré

empecinada

y a la vez perpleja ante mí misma

pero vamos

no me vas a decir

que no existe la alegría.

Poema 490. No tira.

Gustavo Yuste. Bs. As., 1992.


No tira


La tuca de nuestra relación

ya no tira.


¿Te molesta si la desarmo

para agregarla cuando arme

algo mejor después?

Poema 489. Parto.

Martina Cruz. Temperley, 1997.


Parto


Ayer entendí

que cuando digo

extraño a mi viejo muerto

estoy diciendo

extraño al tipo que le escupió en la cara a mi mamá.

Me pregunto si esto nos está pasando a todas

descubrir a nuestros padres

siendo nuestros padres

y descubrirnos a nosotras

siendo nuestras madres

ser donde cayó la mano equivocada, la rotura, la medusa en la garganta

o el aliento en la nuca.

Creo que me estoy pariendo de nuevo

y mis amigas son las parteras

ya no me pregunto de qué lado va a caer la ola

ni donde la sal está ardiendo

lo supe mirando las manos de mi abuela

porque se parecían a las de las nenas

en esa marcha

en la que yo pensaba

avergonzada

no puedo dejar de extrañarlo

tengo algo roto en algún lado

una grieta que me negué a habitar

un espasmo violento

ayer fui el mar cuando se encoge

cuando chupa

cuando se re piensa

entendí que necesitaba escribir

no para salvarme

(el poema no salva por definición no por elección)

si no para darme el espacio

y hablar sobre el hueco

no sin sentido trágico

que se arma en la comisura de la boca de mi vieja

cuando se levanta del suelo

porque ahora

que nos empezamos a despojar de la estructura

ese residuo duradero

descubro

que yo ya no quiero escribir un poema para los falsos aliados

ni para mi viejo

o los amigos que se alejaron.

Este es un poema para mi mamá

y es más bien,

una disculpa.

Poema 488. Soy la flecha...

Bárbara Belloc. Bs. AS. , 1968.


Soy la flecha que atravieza el corazón. Soy el corazón.

Soy el aire, el alimento, la sangre viva en la vena, la velocidad,

el filo que abre la carne, la vara de madera que se incrusta.

El tiempo entre latidos y entre un latido y un silencio.

Lo no neutral del viento.

La mirada del reptil.

El vuelo de la flecha hasta que da en el blanco. El vuelco.

El golpe de azar.

El huevo roto.

Lo que dure la sequía/la inundación.

Con mi caballo.

Mi caballo que corre desde la cima de la montaña hasta el río

abajo en un solo aliento, como una sola palabra: liebre;

un monosílabo.

Haciendo el camino a ciegas porque está grabado internamente,

es decir,

en las estrellas.

Como cuando los kilómetros se confunden con el tiempo.

Poema 487. Hay ovejas y ovejas.

Rosabetty Muñoz, Chile, 1964.


HAY OVEJAS Y OVEJAS


Las que comen de cualquier pastizal

y duermen con una sonrisa de satisfacción

en los potreros.

Las que caminan ciegamente

por los caminos acostumbrados.

Las que beben despreocupadas

en los arroyos.

Las que no trepan por pendientes peligrosas.

Esas van a dar lana abundante

en las esquilas

y serán sabrosas invitadas

en las fiestas de fin de año.

Hay también

las que tuercen las patas

buscando campos de margaritas

y se quedan horas y horas

contemplando los barrancos.

Esas balan toda la gran noche de su vida

encogidas de miedo.

Y hay, por fin,

las malas ovejas descarriadas.

Para ellas y por ellas

son las escondidas raíces

y los mejores y más deliciosos pastos.

Poema 486. No hay modo de no exaltarse...

Kenneth Koch. EE UU, 1925-2002.


No hay modo de no exaltarse

cuando lo que te desilusionó levanta la cabeza

de entre sus brazos y parece querer hablarte otra vez.

Te olvidás de tu casa y de tu familia

y salís en tu coche o a pie

y vas donde creés que habita esa forma

de realidad. Al no encontrarla, rechazás

cualquier contacto posterior

hasta que estás de nuevo tratando de olvidar

la única cosa que (parece) te conmovió y te dio lo que va a ser tuyo para siempre

pero en la forma de una desilusión.

Sin embargo, muchas veces, mirando el horizonte

hay ese algo —¿adverso?— que no encontraste nunca

y eso que, sin los que vinieron antes, nunca te podrías imaginar.

¿Cómo se te ocurrió pensar que había una persona que podía hacerte

feliz y que esa felicidad no era el fenómeno

inconsistente que sabías que era? ¿Por qué seguís creyendo en esa

realidad tan subordinada al tiempo permitido

que tiene menos que ver con el exilio de tu edad

que con todo lo demás que la vida te prometió que podías?

Poema 485. Tirado al sol...

Francisco Paco Urondo. Santa Fe, 1930-Mendoza, 1976.


Tirado al sol

como las víboras, cerca

del agua de la patria, siento

menos miedo que

por las noches, cuando

no hay cielo, ni agua,

ni país,  ni memoria.

Poema 484. Me puse del lado...

Darcy Ribeiro. Brasil, 1922-1997.


Me puse del lado de los indios, y me derrotaron.

Me puse del lado de los negros, y me derrotaron.

Me puse del lado de los campesinos, y me derrotaron.

Me puse del lado de los obreros, y me derrotaron.

Me puse del lado de los pobres, y me derrotaron.

Me puse del lado de los perseguidos, y me derrotaron.

Me puse del lado de los discriminados, y me derrotaron.

Me puse del lado de los débiles, y me derrotaron.

Pero nunca me puse del lado de los que me vencieron.

Esa es mi victoria.

Poema 483. Garza mora.

Francisco Paco Urondo. Santa Fe, 1930-Mendoza, 1976.


Garza mora


una nube blanca

roza los vidrios

y pasa


una bandurria enamorada

esgrimiendo

sus plumas grandes

de mujer


un bañado intenso

y largo

reflejando el rostro

que quisieras mirar


y los pasos

en las aguas espesas

hundiéndose

en los charcos 

y en la aprensión


vida linda y fuerte

ésta


vida grande

difícil de vivir

Poema 482. Rodeada de universos en tragedia...

Juana Bignozzi. Buenos Aires 1937-2015.


Rodeada de universos en tragedia ineluctable

en tragedia coyuntural en tragedia analfabeta

rodeada de mundos en rítmicos caminos hacia la desdicha

he logrado una zona

en la que mi animal sigue a salvo

hablo a unos pocos muertos hablo de mi vida

en mis sueños mendigan los cuerpos que perdí

y casi no tengo compañía para compartir mármoles funerarios

no necesito la trampa de mitos menores

me basta nuestra propia lucidez

y nuestra permanente tristeza

que no tiene nombre de persona sino de ciudad

pueden borrarse las huellas

matar la mano que escribió aquellos poemas

caer en la cátedra y la impostación

pero yo que tengo memoria de piedra y corazón de trapo

sé dónde cuándo y de quién me despedí.

Poema 481. Fábula de las interpretaciones.

Roberto Santoro. Buenos Aires, 1939-Desaparecido en 1977.


Fábula de las interpretaciones


Dijo el optimista, en el país del orden:

“Cúmplense los planes en el plazo fijado. No veo mendigos en las calles”.

Oído lo cual, respondió el subvertido:

“Es verdad, ya están muertos”.

Poema 480. Verano 2001.

Melissa Bendersky. Bariloche, 1975.


“Todos estábamos iluminados

por el verano y la certeza”


Verano 2001


¿Te acordás que nos encontramos

en la plaza del congreso el 19 a la noche,

entre los fuegos

de las balas y los negocios incendiados?


Las balas eran de goma

pero había algunas de metal

y mataban

¿alguien explicó eso?


El humo era de los gases y el fuego

quizás de la gente, del vapor ardiente que salía

de la boca de la gente gritando

de miedo algunos

de asombro otros

todos estábamos iluminados

por el verano y la certeza

de no saber qué estaba pasando pero que era grande.


Vos habías venido en bicicleta

y estabas serio, no serio como drogado

sino serio como quien ha visto.


Nosotros veníamos caminado

corriendo un poco

erizados y en ojotas

sin saber porqué pero sabiendo

que no había otro lugar mejor donde estar.

Esa noche vimos morir a un hombre

en la escalinata del congreso.


Todo eso pasó, yo lo recuerdo

y te lo cuento porque temo olvidarlo

temo que el poder y los medios terminen por dominar

y nos olvidemos que esos días hubo guerra civil

y que ganamos.

Poema 479. Vendí todas mis alcachofas...

Mario Montalbetti. Lima, 1953.


Vendí todas mis alcachofas

por un boleto al lugar en que vives.

Ningún percance.

El tren salió en horario

sol y vacas gordas todo el camino.

Pero tu pueblo no apareció nunca.

Poema 478. Estás sentada en la cama...

Misael Castillo. Santa Fe, 1993.


Estás sentada en la cama 

tenés en las manos tu corazón,

esa estrella de fuego que empuja 

el mundo hacia su eje.


Hacemos ese juego de ternuras,

el viaje díscolo

de tus manos a las mías,

hacemos la vibración 

de cada átomo 

con el movimiento de la fe.


Yo quiero para nosotros

un destino, un pasadizo 

de madera humedecida

que una lo perdido.


Necesito lo que hicimos:

El galopar nocturno

ese viento fresco en el rostro

que dejan las flores de tu barrio.


Yo no tengo miedo

hasta que tengo miedo.


Necesito ese temblor 

que me mires a los ojos

que me digas las palabras

necesito el temblor 

ambivalente

que hacen tus palabras.

Poema 477. Sin entender.

Hugo Coyanis. Santa Fe, 1924-Longchamps 2016.


Sin entender (fragmento)


 Se está quedando desnudo

el jacarandá.

En mi piel siento ese frío,

pero sigo aquí, tratando

de entenderle el silencio.

Poema 476. Ante la invasión de frases hechas...

Camila Sosa Villada. La Falda, 1982.


Ante la invasión de frases hechas con mano de obra barata,

Ante los consejos hechos por esclavos en sótanos,

Ante la repetición sucesiva de dichos de mala calidad,

Con poca garantía, que no funcionan a 220,

Ante tanta galletita de la fortuna que siempre dice lo mismo,

Ante tanto horóscopo escrito por sorteo,

Resolvemos:

Cuando alguien le diga:

Debe resolver lo que tiene muy adentro,

Usted vaya y plante un árbol,

No importa dónde, en una maceta grande,

En su balcón, al lado de la ventana con más luz de su casa.

Cuando alguien le diga que no se puede amar a los demás,

Si no se ama a sí mismo,

Usted péguele un sopapo.

Cuando esté cansado de la vida,

sepa que no todo lo bueno de este mundo

requiere sobrehumanos esfuerzos.

Cuando el optimismo ajeno lo ponga pesimista,

Lave su ropa a mano.

Cuando alguien le diga que el tiempo lo cura todo,

Usted limpie su casa, regale las cosas que hace mucho tiempo no toca,

Repare lo que se ha roto por negligencia, por abandono o por demasiado uso.

Cuando le impongan algo,

Rebélese. No acepte autoridad alguna.

Cuando sienta dolor por la felicidad ajena,

Por los bienes ajenos, por la mujer o el hombre del prójimo,

Sepa que la vida es más que eso,

La gente muere, los niños mueren,

Los amantes se separan,

Árboles de 300 o 400 años de antigüedad son talados

Y en su lugar ponen un McDonald’s.

Soportar la sonrisa de los demás es también un sacerdocio.

Cuando quieran obligarlo a querer,

Usted siga su olfato, que nunca falla.

Cuando le digan que lo único que importa es el presente,

Usted mire sus fotografías, prepárese un café,

Préndase un porro, mire el rostro de sus padres, de sus abuelos,

De sus amigos de la infancia,

Tome una copa de vino, y entienda que el pasado es más enorme

Que toda nuestra filosofía de oro catorce quilates.

Todos los maestros están ahí, el presente es un engaño.

Ni siquiera tenemos pruebas de que realmente estamos viviendo.

Cuando alguien le diga que hemos venido a ser felices,

Usted regale un abrigo a alguien que está en la calle,

Adopte un perro, invite a sus amigos a comer,

Olvídese de esa responsabilidad tan egoísta.

La felicidad no debe ser una obligación,

Ser solidario sí!

Cuando le digan: salí! Conocé gente! Olvidalo! No te merecía!

Usted llore, llore todo lo que pueda, ponga un disco con viejas canciones tristes,

Emborráchese y entre en esas curdas depresivas hasta que no le quede

Una puta lágrima por llorar, después lávese la cara con agua bien helada

Y búsquese un amante, un negro bien lindo, una negra bien linda,

Que lo deje hecho un papel mojado sobre la cama.

Cuando se sienta solo, haga una huerta.

Cuando en las revistas y la televisión no den otra alternativa

Que la fascinación por la gente bella,

Usted coquetee con el basurero, con el albañil,

Con el obrero que todos los días carga pesos enormes sobre la espalda,

Porque ningún bello profesional de ojos celestes,

Le hará el amor con más entrega y menos remilgos que un chico de barrio.

Cuando le digan que la fe mueve montañas, que todo va a cambiar,

Usted salga a correr, haga ejercicio, hasta que las piernas se le desmayen,

Y comprendan que en las variables del mundo,

La fe es tan particular que sólo los milagros se atribuyen su influencia,

Y milagros hay pocos, ya lo sabe, tal vez el último milagro

Haya sido Lhasa de Sela y está muerta y enterrada varios metros bajo tierra.

Cuando quieran inyectarle alegría vacua, ignorante alegría

Que es pan para hoy y hambre para mañana,

Usted lea un libro, mastúrbese, sea amable con los vendedores,

Con los choferes de los colectivos,

No se rinda tan fácil en la amabilidad,

Sonría a las personas en la calle,

Deje esa alegría barata para los que comen vidrio.

Acepte la tristeza, dele la mano, sírvale un trago,

En algún momento se cansa y se va, o al menos se duerme.

Cuando le digan que busque consuelo en dios,

Usted escuche blues, vaya al teatro,

Mire algo de cine en blanco y negro.

Cuando esté aburrido, sin corazón, lleno de resentimiento,

Y las putitas de la miseria le digan que la vida es color de rosa,

Que la alegría de vivir y toda esa porquería de polietileno,

Usted mejor acérquese donde es necesario,

Sus padres, sus hijos, sus amigos, millones de desconocidos

En los hospitales, en los asilos, en las sombras de callejones atestados de perros sin dueños,

Alguien, o algo depende de usted.

Le harán creer que las respuestas están dentro suyo,

Lo tendrán eternamente escarbando en los traumas de su niñez,

Y las respuestas están en el mundo, ahí afuera y en los otros,

Haciendo se encuentran las respuestas que escapan al azar.

El alma de un hombre es demasiado honda,

Y tiene hambre, y traga sin masticar.

A los océanos se les pone la piel de gallina al pensar

En la profundidad de las almas de los hombres.

Y al fondo está llena de peces horribles, ciegos y agresivos.

Mejor hacer algo por la vida sobre la tierra,

Ahora que respiramos y que al menos en nuestro país, el agua es casi gratis.

Poema 475. Qué lástima.

Idea Vilariño. Montevideo, 1920-2009.


QUE LÁSTIMA 


Qué lástima 

que sea sólo esto 

que quede así 

no sirva más 

está acabado 

venga a parar en esto. 

Qué lástima que no 

pudiéramos 

sirviéramos 

que sepamos ya 

que ya no demos más 

que estemos ya tan secos. 

Qué lástima 

qué lástima 

estar muertos 

faltar 

a tan hondo deber 

a tan preciada cita 

a un amor tan seguro.

Poema 474. A los cuarenta años...

Mercedes Alvarez. Tandil, 1979.


A los cuarenta años 

son muchas las cosas que cambian para siempre

no hablo sólo de la turgencia de la carne

no hablo sólo

del ojo afectado por la presbicia.

Por ejemplo es muy difícil 

distinguir los restos de bondad

separar la paja del trigo

sonreír por verdadera empatia.

Es difícil 

quitar de las conversaciones todo interés 

los pies se hinchan

los hombres miran 

a mujeres más jóvenes.

Es conveniente sopesar

medir las palabras

instruirse antes

no confiar en nadie.

Dije a los cuarenta años 

pero podría 

empezar mucho antes.

Poema 473. Mientras aliso a martillazos...

Gary Snyder. San Francisco, 1930.


Mientras aliso a martillazos la abolladura del balde

          un pájaro carpintero

                    responde desde el bosque