jueves, 2 de noviembre de 2023

Poema 457. Te deseo un huerto...

Cénix Callejo. Jerez de la Frontera, 1990.


Te deseo un huerto.

Un huerto que te recuerde

cómo cosechar lo que se siembra.

Un huerto que te enseñe que cuidar

es sinónimo de cuidarse.

Te deseo un huerto.

Un huerto que te recuerde el por qué

de los ciclos y de las estaciones.

Que no te permita olvidar, por ejemplo,

que la primavera

sólo existe gracias a -y después de-

el invierno.

Te deseo un huerto.

Para que te manches de barro,

para que no te falte nunca

el alimento

ni los motivos para levantarte

de la cama.

Por ejemplo, para regar,

o sembrar

o para cualquier otra manera

de preservar la vida.

Te deseo un huerto.

Sobre todo para que comprendas

que reciprocidad, en la gran mayoría de ocasiones,

no es

dar lo mismo que recibes.

Que reciprocidad es recibir lo que necesitas

y dar lo que le hace falta al otro.

Te deseo un huerto,

un huerto que te explique

la complejidad de lo sencillo

y lo sencillo de la complejidad.

Te deseo un huerto.

Para que comprendas

que la reciprocidad

se resume, en esencia,

a dar agua y luz

y recibir tomates.

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